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SINOPSIS:
Mio Ôkami es una chica de 17 años que pertenece a una familia muy pobre. Su vecino, Shôei Jinnai, es el rico heredero de un antiguo señor feudal, y va a su mismo instituto. Para ayudar a la economía familiar, Mio entra a trabajar como criada de la familia Jinnai, y Shôei se encapricha de ella, hasta conseguir que sea su criada personal… transgrediendo la línea que separa lo puramente profesional…
VALORACIÓN PERSONAL:
Soy amante del shojo, pero sobre todo por su estética, sus dibujos, los primeros planos de las niñas guapas de grandes y brillantes ojos… pero rara vez me gusta el argumento lo suficiente como para llamar mi atención y querer seguir leyendo. Deseo me ha hecho sucumbir al deseo, valga la redundancia.
Con una portada de tonos violáceos y una sensual imagen de Mio mordiéndose suavemente un dedo, poco hay que decir sobre el tono picantón de la serie. Según nos cuenta Ukyo en los freetalks, tuvo problemas con el editor porque muchas de sus escenas sobrepasaban los límites del shojo, entrando en el puro hentai. Shôei siente una atracción irrefrenable hacia Mio, y en más de una ocasión se excede en su función de dueño y señor.
Pero además, hay un factor oculto en esa relación. Shôei parece sentir un sadismo mezclado con repugnancia hacia Mio. Y parece que esa relación amor-odio viene de antiguo. Shôei no para de reprocharle a Mio que ya se ha olvidado, pero no le dice de qué. Y ella, que no recuerda nada de nada, ni siquiera sabe qué es lo que tiene que recordar.
VALORACIÓN:
He terminado de leer el primer tomo y me he quedado con ganas de más. Quiero saber qué le pasó a Mio cuando la secuestraron, quiero saber por qué Shôei no para de intentar violarla, pero a la vez la desprecia. Quiero saber qué es lo que sabe la madre de Mio que no le quiere contar, y por qué el padre de Shôei tiene tanto interés en que se lleven bien… Deseo es, sin duda, un gran shojo barnizado de hentai.
Valoración: 8/10.
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