Basura pura y dura, cuesta mucho identificarla como una serie gay ya que yo la englobaría más en el género del sadomasoquismo ya que es toda una tortura para el espectador. La canción de la serie es bastante buena, y en general la banda sonora de canciones están muy cuidadas, todo hay que decirlo. Como bien dice Chema esto es como la versión aumentada de Instituto sangriento del inefable COcteau.