Gran serie, espectacular, con un gran diseño de producción, ambientada en una época que siempre me ha apasionado. Lo mejor son los guiones, que mezclan las intrigas de palacio en plan culebrón con una épica brutal, que refleja la vida de Roma sin concesiones, mostrándo la vida de aquel tiempo con toda su grandeza y miseria, sin los tapujos morales que en ocasiones ha puesto la tradición cristiana en la representación de ese tiempo. Los actores están impecables, a destacar la actuación de Ciaran Hinds como Julio César y de James Purefoy como Marco Antonio, que se luce mucho más en la segunda temporada (igual o mejor que la primera).