All hail the king.
Breaking Bad
(T5)
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Título original | Breaking Bad |
Nacionalidad | Estados Unidos de América |
Año | 2012 |
Género | Drama · Genero_Negro |
Formato | Color |
Duración | 60 |
Director | Michelle MacLaren |
Guión | Vince Gilligan |
Fotografía | Reynaldo Villalobos |
Música | Dave Porter |
Producción | Emitida por la cadena AMC |
Reparto | Bryan Cranston, Anna Gunn, Aaron Paul, Dean Norris, Steven Michael Quezada, Carmen Serano, Betsy Brandt, RJ Mitte, Maximino Arciniega, Jesus Jr., Tom Kiesche, Krysten Ritter, Matt L. Jones, Charles Baker, Christopher Cousins, Bob Odenkirk, Michael Shamus Wiles, Cesar Garcia, Tess Harper, Jessica Hecht, David Ury, Michael Shamus Wiles, Rodney Rush, Jeremiah Bitsui, Emily Rios, Jonathan Banks, Laura Fraser, Jesse Plemons |
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Sinopsis | Historia sobre un profesor de química de un instituto que, sufriendo el peor caso de crisis de mediana edad conocido, se convierte en un criminal.
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Crítica | Puntuación del crítico: 10 | Los iluminados de AMC, viendo que una de sus series estrella tocaba a su fin, decidieron aumentar la quinta temporada a 16 episodios y emitirla en dos tandas de 8 cada una, con la puñetera gracia de que los 8 restantes que quedan por verse lo harán un año después de la presente, perdiéndose de esta manera el mismo significado de ‘temporada’ televisiva. Parece un asunto de poca importancia pero lo cierto es que ya hay mucha gente que se confunde y piensa que estos 8 episodios son una temporada y no, van junto los otros 8 que estoy seguro, responderán los no pocos interrogantes que ha dejado Breaking Bad este verano.
La necesidad de hacer reseña de cada mitad de temporada viene de que en esta primera tanda de episodios ha pasado de todo, las cosas han avanzado muy rápido (para lo que nos tiene acostumbrados la serie) posicionando a Heisenberg (no Walter White, quien murió hace tiempo) como el amo y señor de la “blue meth” al final del episodio 8. La serie me ha recordado bastante a "Los Soprano", la transformación del personaje hacia el lado oscuro ya es total, su mujer le odia a muerte (la discusión en el brutal capítulo ‘Fifty-one’ pone las cartas sobre la mesa), su orgullo y su ego no tienen límites (impresionante cuando achanta a los mafiosos en ‘Say my name’ diciéndoles que él es el cocinero, que él es la persona que mató a Gus Fring), cualquier atisbo de humanidad desapareció y ya sólo queda el mal, Heisenberg.
En el genial episodio "Buyout", Heisenberg explica, a Jesse y a la audiencia, el resentimiento que tiene hacia sus antiguos compañeros del proyecto "Gray Matter", ahora su mujer le ha separado de sus hijos y siente que no le queda nada en la vida, nada excepto su imperio y hará todo lo necesario para mantenerlo. La secuencia, en ese episodio, de la cena entre Walt, Jesse y Skyler es un momento ya mítico de Breaking Bad, lo que me pude reir con las caras que pone Aaron Paul.
Anna Gunn está maravillosa en esta temporada, a menudo ha sido su personaje quien más ha despertado repulsa en el espectador, pero hay que reconocer que su comportamiento es del todo comprensible. Su marido es un extraño al que ya no reconoce y lo peor, es peligroso, sus hijos no están seguros en la casa y ella es cómplice de sus actividades delictivas por lo que hace lo más inteligente que puede hacer en su situación, separar a los hijos... y esperar que vuelva el cáncer.
Han dado la vuelta a la tortilla, el personaje odioso ahora es Heisenberg, el frío (no le afecta un ápice la muerte del niño de la moto), el manipulador (como maneja a Jesse a su antojo), el asesino (la muerte de Mike), ahora es el Jefe que planea y ejecuta acciones suicidas como el asalto al tren o el imán gigante para destruir pruebas. Pero por muy malo que lo pinten, el personaje sigue seduciendo como al principio porque el hombre es un genio, siempre se sale con la suya, ha ganado a la muerte y ha esquivado la cárcel tantas veces que se cree un Dios. La interpretación de Bryan Cranston es espléndida (el momento ‘everybody wins’ es imposible de olvidar).
Destacar las incorporaciones de la temporada: Laura Fraser como la nerviosa e inteligente Lydia y Jesse Plemons como el joven delincuente sin escrúpulos (su inclusión dentro de la trama es la más forzada, amén de que resulta muy conveniente para Walter como sustituto de Pinkman y sus conexiones en prisión). Estupendos Aaron Paul y Jonathan Banks (la escena en la que, acorralado por la policía, tiene que huir sin despedirse de su nieta, o su muerte frente al río, digna de un western de Peckinpah).
Esta temporada como dije ha ido más deprisa de lo habitual en Breaking Bad. No fue de inmediato ya que los primeros episodios se toman su tiempo en atar los cabos sueltos que dejó la cuarta (el descubrimiento sorpresa de que Ted sigue vivo, el ricino en casa de Jesse, los hombres de Mike entrando en prisión, etc), para luego meter la última marcha en el asalto al tren (una gozada de secuencia, que tensión sostenida hasta que en el último instante todos flipamos con la aparición del niño y su trágico destino), y de ahí al ascenso del Rey en el 5x08 en el que por primera vez en la serie asistimos a una elipsis tan grande (tres meses de duro trabajo en los que Heisenberg se ha forrado de dinero). Un episodio lleno de simbolismos y guiños a todas las temporadas (la mosca, la manguera, el libro de Walt Withman, etc), en el que intuimos que el cáncer ha vuelto; Walt se reconcilia con Skyler (ya veremos si su ‘I am out’ es sincero o no) y con Jesse. Todos felices y contentos, la familia reunida en una comida en la piscina. Hank entra al servicio a poner un huevo y de golpe y porrazo tiene la epifanía que todos estábamos esperando, las piezas por fin encajan en su cabeza. Su cuñado es Heisenberg.
Contando los días hasta el final de temporada.
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Davis | |
Ficha de Serie de TV enviada por DAVIS el 5 de Septiembre de 2012 |
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